

La
vida sexual del hombre y la mujer tiene sus diferencias y sus características,
y cuando hablamos de la vida sexual de la pareja, esto no quiere decir que el
hombre y la mujer van a poner cada uno el 50% de los ingredientes, ya que hay
numerosas ocasiones en que la mujer desempeña un papel más importante, y en
otras, es el hombre el que lo desempeña.
La vida sexual de la pareja varía de
acuerdo a la constitución de la misma y a las necesidades de sus integrantes,
son los dos los que tienen que contribuir y, además, la vida sexual es para los
dos, no sólo para uno. Desgraciadamente, en nuestro medio, y en muchos medios
del mundo entero, la vida sexual de la pareja es vida sexual para el hombre y
no vida sexual para la mujer, que lejos de ser un sujeto sexual, se convierte en
un objeto sexual. Si analizamos estadísticas, encontramos que la tercera parte
de las mujeres tiene algún problema, aunque sea cierto grado de frigidez. Esto
significa que la tercera parte de las mujeres no ha podido soltarse de los
amarres formativos restrictivos, y que los hombres siguen contribuyendo de
alguna manera con ello
En el acto sexual, lo fundamental no
es que la mujer se entregue al hombre, o que el hombre posea a la mujer, sino
que los dos participen en un acto en que ambos, además de actores, sean
beneficiarios.El hombre es más materialista que la
mujer, la mujer más idealista y romántica. Para algunos hombres la mujer es un
objeto sexual que hay que poseer, la mujer mezcla más el amor sexual con otras
cosas. Para que el hombre satisfaga a la mujer sexualmente tiene que ser tierno
y afectuoso, y si es su compañero habitual, tiene que ser un verdadero
compañero, darle seguridad y protección, y preocuparse por ella integralmente.
Una de las cosas que más anhela el
hombre de la mujer, es que sea siempre femenina. La mayor parte de los hombres
la desplazan cuando se pone en un plano autoritario, posesivo, soberbio,
agresivo, porque por tradición debe ser sumisa, dócil, suave. Está claro, que
esto va contra los principios de la igualdad de los sexos, pero es importante,
que todos los hombres y todas las mujeres no se olviden de ' conservar sus
propios atributos, cualidades y modo de ser.
En la vida sexual del hombre y la
mujer, debe haber un intercambio, y cuando los dos van a satisfacer sus demandas,
no estamos diciendo que tienen que coincidir en todo, pero sí tienen que
existir algún tipo de adaptabilidad para placer y satisfacción de ambos. Si esa
adaptabilidad no existe, no puede haber vida sexual adecuada, y la vida en
general no es integra -La vida sexual de la pareja debe servir para mantener la
unión, la armonía, el respeto mutuo y crear un intercambio, no solo genital
sino afectivo y humano.