¿Por qué la violencia de género es un problema social?
- enero 08, 2015
- by
- Unknown
En la
sociedad venezolana existe cierta diferencia entre las formas en que un hombre
y una mujer deben actuar, así como las características atribuidas a cada rol
que desempañan estos; diferencias que pueden observarse en la cotidianidad de
cualquier Venezolano, las causas de estas diferencias se encuentran
justificadas bajos ciertos movimientos que
a lo largo de la historia prevalecen en cada época, como por ejemplo el
Patriarcado donde ha existido una estructura androcéntrica. Lo masculino era el
centro de la experiencia humana y lo femenino era inferior en todos los ámbitos.
Para ejemplificar, vamos a partir de una premisa muy conocida “el hombre como
privilegiado” con un carácter de superioridad se ha podido observar en diversos
contextos, a lo largo de la historia en tomas de decisiones, las actividades
que éste debe realizar y como las designa hacia otros miembros, como maneja el
poder de la sociedad desde distintos niveles. De ésta forma se ha creado cierta
visión de desigualdad entre el hombre y la mujer.
Este carácter de superioridad y ese
concepto que apenas menciono de “igualdad” son conceptos fundamentales para
poder comprender las bases ideológicas de donde se sustentan movimientos como
el machismo y el feminismo
Debido a esa “superioridad” con la que se ha asociado la imagen
masculina, surge el machismo, este fenómeno, sin caer en afirmaciones, pude
entenderse como un fenómeno socio-cultural que afecta a cada uno de los niveles
en los que se gesta el quehacer humano: económico, las estructuras económicas
capitalistas, mediante la división social y la técnica del trabajo gestan las
diferencias de nivel económico entendidas éstas desde la redistribución de los
ingresos petroleros de forma clasistas y sexista, donde se explotaban a las
mujeres de acuerdo a su clase social provocando desigualdades, luchas de poder,
conflictos sociales que se agudizaron en esa coyuntura cuando un gobierno
popular decide manejar el negocio petrolero.
Desde
lo político y lo legal, las leyes que protegen a la mujer y al hombre, los
mecanismos que cumplen y ejercen un poder de control sobre esas leyes y sobre
la sociedad, tomando en consideración de que el poder institucional permitirá una trasformación factible a favor
de las mujeres. En relación a sistemas como el familiar o las relaciones de
pareja, el hombre es considerado como una imagen mucho más arriba que la mujer
y a esta última la rodea cierta percepción de inferioridad debido a su imagen y
a sus condiciones físicas, esto se ha ido extrapolando hacia la etiqueta de
inferior en cada sentido del quehacer humano y en cada una de las habilidades
humanas como la inteligencia. Hablando en términos de esta subordinación de la
mujer, las consecuencias recaen en la distinción en cuanto a deberes, derechos
y el rol como tal que la mujer cumple para la sociedad, a pesar de que puedan
existir leyes que atribuyen explicaciones a estas diferencias, no dejan de
crear implicaciones para la relación de estos en el ámbito familiar y social,
por lo que una revisión de estas leyes puede servir como base para otros estudios.

Este problema social, el
cual es un reflejo de las relaciones de poder, no puede resolverse solo con la implementación
de leyes y códigos o con los surgimientos de políticas y organizaciones
dirigidas hacia el bienestar de las mujeres en términos jurídicos. Es necesaria
una trasformación en la situación social del hombre y en especial de las
mujeres, es necesario desconstruir el poder, los estereotipos, la identidad
femenina y masculina. Dentro de las sugerencias se pueden realizar programas
que busquen fortalecer las relaciones entre hombres y mujeres, en especial
dentro del núcleo familiar, esto implicaría una revisión de las buenas
prácticas y el establecimiento de reglas de convivencia y su formación de nexos
afectivos que incrementen así la fuerza y la unidad de los núcleos familiares,
generando personas que pueden formar futuras organizaciones y ser actores
cívicos indispensables para algún cambio. También exigir como civiles a los
organismos públicos mayor participación en los casos de violencia de géneros,
solicitar a estos organismos, tanto nacionales como internacionales, que
realicen campañas de apoyo o monitoreo de las acciones del estado venezolano,
de esta forma se tiene un elemento de toma de decisiones breve que respondan a
las necesidades inmediatas.
0 comentarios:
Publicar un comentario