El Arte de no ser gay: ¿Heteroflexible o Bicurioso?
- abril 10, 2016
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- Unknown
En una de esas conversaciones de bar en las que cualquier tema sale a relucir, me planteé la posibilidad de que un hombre heterosexual pudriera tener sexo con un hombre de orientación homosexual, como algo completamente fuera de este mundo. A lo que un compañero me comenta la existencia de la Heteroflexivilidad, es decir, hombres heterosexuales que están seguros de su identidad, siente atracción o satisfacción sexual por estar con otros hombres y aun así se consideran heterosexuales.
Es un fenómeno que resulta más
habitual de lo que algunos puedan pensar y es simple: hombre conoce a otros
hombres en un bar, disco, etc.; congenian, deciden proceder con el acto sexual
y luego cada uno toma caminos diferentes sin que afecte la heterosexualidad del
hombre. Esto me condujo a una interrogante, a saber: ¿Es políticamente correcto
categorizarlos como homosexuales?
El concepto de una relación
homosexual es cada vez más aceptado en nuestra sociedad, hoy en día es común
encontrarse con parejas homosexuales en la calle. Internet facilita el acceso a
contenidos visuales o físicos e incluso a interacciones más íntimas entre sus
usuarios por lo que las prácticas sexuales ya no son censuradas como en otros
tiempos. Bajo el heteroflexible o heterocurioso los hombres exploran
aspectos de su sexualidad sin necesidad de cuestionar su orientación sexual,
ese paso a la conducta de exploración se relaciona con variables como la insatisfacción sexual producida en sus
relaciones actuales con mujeres y el deseo de buscar otros medios para
satisfacer esas necesidades.
De acuerdo con el psicólogo
clínico Juan Macías, la práctica sexual no se corresponde con la orientación
sexual; la práctica sexual es flexible y
es un concepto descriptivo sobre la forma en que una persona satisface sus
necesidades sexuales, mientras que la última es una construcción social con
implicaciones sobre la identidad de género, roles y psicoafectiva que
forzosamente nos vemos obligados a encajar, estas a saber son:
heterosexualidad, homosexualidad o bisexualidad.
Como conclusión, la mayoría de
las personas suelen creer en una concepción estática de la sexualidad, donde predomina la relación sexual hombre –
mujer, fuera de eso se es homosexual o bisexual, pero generalmente es fluida y
movible, esto partiendo de la idea de que cualquier persona puede encontrarse
en la decisión de explorar sus necesidades sexuales. Lo que ocurre es que los
conceptos de orientación, sexualidad, rol y género se encuentran tan marcados
desde el pensamiento predominante (machista) que traen consigo una etiqueta,
llena de prejuicios, que no permite la comprensión de que atreves de las
relacione sexuales, se busca la satisfacción de ambas partes, y que es posible
tener tal nivel de intimad sin necesidad de una categoría o etiqueta.
El tema se podría abordar desde la
conflictividad que genera al no encontrarse ubicado en una categoría sexual
preestablecida, si una persona heterosexual no ha satisfecho estas necesidades en
el pasado seguramente es por la consecuencia directa hacia su imagen, lo que
ha hecho que se repriman esos deseos.
¿Soy o no soy? Debe ser la
interrogante que predomina en estos casos, por esta misma necesidad de una
categoría y porque este comportamiento ataca al concepto de hombre varonil propio de la persona y de
la cultura en la que se encuentre inmersa. Sin embargo, en tanto la persona no
encuentre un conflicto o sienta algún tipo de malestar por su expansión en
cuanto a prácticas sexuales, no se debería considerar importante discutir sobre si pertenece o no a
una categoría.
De nuevo, esto es solo la opinión
de su humilde escritor. Si desean pueden dejar su opinión aquí abajo en los comentarios ¿Los heteroflexibles son gays reprimidos, una moda, o solo con aquellos hombres que no se atreven a salir? ¿Qué piensas?
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