Persuasión política y religiosa: Escenarios Venezolanos
- marzo 12, 2015
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Pensar
en religión y política puede traernos al debate de verlas en su estrecha
relación o bien manteniendo esta visión de ambos conceptos en esferas bien
diferenciadas. Para poder hablar de diferencias tenemos que considerar que
ambos conceptos son percibidos y establecidos de acuerdo a la cultura y al
contexto histórico del lugar al que queramos hacer referencia. En muchas
culturas existe una clara diferenciación, donde el político se ubica en la
esfera pública y lo religioso es un asunto privado de creencias y valores.
Pero, para hablar de contexto me referiré principalmente a Latinoamérica, donde
coexisten ambos conceptos dando estructuras peculiares en cada cultura. En
nuestro país, por ejemplo, existe una marcada participación descrita, pero real,
de la iglesia católica en las decisiones tomadas desde la poli.
A pesar de los múltiples cambios culturas y sociales por los que ha pasado
Venezuela, aún se sigue considerando un país con muchas manifestaciones
religiosas, digo muchas para hacer alusión a la gran variedad de creencias y
valores religiosos que día a día son más endebles. En muchos casos, hay
religiones del país en los que se veneran figuras como vírgenes o santos
especiales, realizando ferias, misas, procesiones, fiestas patronales, cantos
folklóricos y otras muchas actividades; tenemos como ejemplos claro, la feria
de la Chinita en el estado Zulia o la feria de virgen del Valle en el estado
Nueva Esparta, el Estado Lara, celebra las fiestas en honor a la virgen de la
divina Pastora, dejando en evidencia la marcada libertad religiosa y de cultos
en el país. A pesar de que el cristianismo sigue siendo una de las mayores
religiones en Venezuela podemos encontrar el Islam, el Judaísmo o, cultos más
locales, el 99% de los venezolanos son religiosos: el 88% católicos, con 26,9
millones. Y los 12% de otras religiones, agnósticos y ateos.
La
persuasión estudia el cambio de actitud en el cual una fuente dirige un mensaje
a una audiencia con la intención de formar, reformar o cambias sus actitudes.
No se debe confundir con la influencia, este último proceso en sí engloba todos
los procesos persuasivos, pero los objetivos en el cambio dado por los procesos
de influencia abarcan variaciones en las percepciones, opiniones, actitudes y
conducta de las personas en una variedad de situaciones mucho más amplias que la
persuasión. El concepto de persuasión debe referirse entonces a todas aquellas
situaciones donde el cambio de actitud se intenta llevar a cabo
intencionalmente utilizando el concepto de influencia para situaciones más
amplias que pueden ser intencionales o no.
Cuando
hablo de persuasión religiosa debemos rápidamente pensar en las estrategias
utilizadas por los líderes políticos para hacer que sus grandes líneas de
seguidores o sus feligreses continúen participando activamente en los grupos.
Al hablar entonces de este tipo particular de persuasión me refiero al papel de
los lideres, los cuales, gozando de un elevado status entre sus fervientes
creyentes sobre explotan su posición abusando de su poder de convocatoria.
De
poder caracterizar a los líderes políticos venezolanos, nos encontraríamos con
algunas coincidencias muy divertidas como la infalibilidad o la
revelación divina, lo divertido es darse cuenta de cómo usan la necesidad de
creencia de las personas en beneficio propio; si ha recibido una revelación
divina entonces ¿Cómo es posible que se dude de lo que dice o pide?
convirtiendo a cualquier persona que lo cuestione ir en contra de la “voz de
dios” y en tal caso cuestionar a dios. Ahora si imagino que podrán recordar
estas frases: “El tiempo de dios es perfecto” o la muy reciente “dios
proveerá”. Es el trabajo del líder religioso usar su palabra para crear,
formar, intentar o provocar imágenes paradisíacas como bien apocalípticas. El
discurso basado en la religión no es literal, se revisten matices que provocan
en los feligrés sentimientos de impotencia o de ansiedad, ya sea para
completarse de determinada forma o para evitar aquellas que son
"religiosamente detestables” (aquí ya pueden hacer las asociaciones con
las frases anteriores y sentirse usados). Es por este, y otros motivos, claro
está, que el ya fallecido Chávez utilizaba más de 5 cadenas al día, mientras
más apartado esté una persona del medio de influencia, menos influenciada
estará, claro que al venezolano le bastaba con salir a la calle y tomarse unas
birras con los vecinos hasta que la “culturización de la revolución” tomo las
calles haciendo imposible alejarse del discurso revolucionario.
Sé que es algo que se ha vuelto costumbre, pero he de utilizarlo también, “en
Venezuela lo insólito” es la actitud que se tiene hacia la religión por parte
de los creyentes. Se podría decir que la manifestación de esta fe toma auge en
varias circunstancias actuales: Ante la necesidad de los materiales, utilizamos
a dios como si fuera una especie de dispensador de leche o papel higiénico,
oramos para que la cola avance rápido o para que por lo menos el sol baje un
poquito y así no morir de calor en las colas. Lo usamos para pedir cosas
nuevas, sea un carro, una nueva casa, pegarle al gordo, un culito bonito y con
mucho dinero que resuelva lo anterior. También lo usamos para dar gracias a
cosas que “nuestra” habilidad nos ha permitido hacer o ante la salud, el famoso
“si me curas te prometo llevar túnica morada en semana santa y dejarle crecer
el cabello a mis hijos por 10 años”, aunque es parte de mi exageración, esto
último ha ido cambiado, ahora muy bien podría ser algo tipo “suplicar porque el
médico pueda atender a mi hijo de primero”. No comentaré nada sobre la súplica
de milagros, debido a que entraría en discusiones innecesarias sobre la fe, ya
saben por aquello de suplicar es igual a no creer; solo no quiero darle razones
a las personas para generar discusiones sin sentido crítico.
Continuemos; si analizamos el trasfondo
del discurso religioso nos encontraríamos con la llamada “salvación de las almas” para el caso de la
política, el uso excesivo de este “eslogan”, solo por colocarle un nombre, es
lo que ha causado el cuestionamiento de muchos seguidores no religiosos sobre
el discurso político, ya que al no estar inmerso en tal religiosidad es posible
estar un poco mas ¿alejado? De tal influencia. Pero legalmente las
instituciones religiosas han dejado de tener poca representatividad, al pasar a
la esfera de lo privado no se ha analizado desde las leyes lo que sucede
internamente en las iglesias. Por ello podemos ver en los titulares actuales,
noticias sobre el proselitismo positivo, pues la aplicación de la ley es débil
en cuanto al tema. La religión está siendo usada como plataforma
para la política, es como un escaparate que permite agenciar votos y poderes,
validando así las creencias de los venezolanos. Cuando haces uso profano de
algo que es considerado sagrado por muchos, puedes llegar a generar situaciones
de no-creencia, de falta de sentido a la vida de esos grupos, los puedes en
pocas palabras volverlos fanáticos, personas que defenderán tu verdad o
perderán absolutamente todo sentido de realidad.
Los
venezolanos nos encontramos en un proceso de aceptación de nuestra propia
irresponsabilidad, cuando seleccionamos caminos incorrectos pensamos en que
dios no nos escucha porque somos débiles y superficiales en nuestras creencias,
haciendo que aumente la práctica religiosa y disminuya la práctica política,
esto es evidente en las redes sociales cuando la fe se deposita en dos grupos:
aquellos considerados blasfemos al comentar qué dios está muerto como lo hacía
mi querido bigotón alemán Nietzsche o aquellos que creen que el cambio de
gobierno será lo mas pronto posible si rezamos por nuestro señor, para salir de
la crisis económica, quitar a esos estudiantes de la calle, en pocas palabras
aumentar la fe a corto plazo hasta que llegue otro pana con el mismo
discurso y reviva la segadora fe de la política en los venezolano.
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